¿Dónde re-encontrar a Dios? En la oración

¿Dónde re-encontrar a Dios? En la oración

Reencontrar a Dios. Esto parece algo contradictorio, puesto que Dios siempre está allí, sin embargo, podemos perderlo de vista.

Gracias al mismo Dios, lo he reencontrado estos días. Sin lugar a dudas, la Iglesia católica con sus medios, me da la oportunidad de poder encontrarlo de muchas maneras. En los sacramentos, en las reuniones donde se habla de la palabra o en la oración.

Todos y de alguna manera hacemos oración y aunque no sigamos un  método, oramos de alguna manera. En mi caso, la iglesia me ha abierto la posibilidad de utilizar la Liturgia de las Horas y poder redescubrir en este tiempo cómo cambia el espíritu cuando empiezas el día con el rezo de los laúdes. Allí me he reencontrado con Dios, en la lectura de los salmos, en las lecturas de los padres de la Iglesia, en la oración contemplativa… y eso que parece que fueran muchas cosas pero todas se hacen a la vez y en un corto tiempo.

Dios a través del rezo de Laúdes me ha permitido volver a verlo y porqué no decir reecontrarlo, aunque nunca se ha ido de mi lado.

Soy un testigo que el espíritu cambia con la lectura de los salmos. El espíritu se aquieta, pero sobre todo llegas a un momento en que la vida se la entregas en el inicio del día al hacedor de la misma, a Dios, y él la pinta distinta, la hace distinta, te cambia el disco de la mente, te revive la esperanza, te cambia la forma de ver la vida, te hace un día distinto y sólo con un pequeño acto de nuestra voluntad.

Estos pocos días, porque son muy pocos, he podido reencontrar esta riqueza que me devuelve el deseo de no perderlo y de hacerlo siempre. Es un tiempo de lucha, porque el espíritu no está exento de ataques o de preocupaciones de cualquier tipo y puede que cualquier día no pueda rezar por razones diversas, pero escribo esto para que no se me olvide de dónde viene  la paz, el sosiego y de donde viene la vida que ahora tiene un sentido completo y distinto.

¡Gracias Dios porque me dejas reencontrarte! Porque eres fiel y siempre estás allí esperando que volvamos a tí. Espero no perder esta frecuencia que necesito todos los días para vivir.

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